ARQUITECTURA: Saberes ancestrales para un futuro regenerativo: la propuesta de arquitectura mexicana para la Bienal de Venecia 2025

Se inauguró el Pabellón de México en la 19ª Exposición Internacional
de Arquitectura – La Biennale di Venezia, con la presentación del
proyecto Chinampa Veneta
El INBAL impulsa esta representación nacional con el propósito de abrir
diálogos sobre cómo las chinampas pueden inspirar modelos de ciudad y
territorio vivos, biodiversos y productivos, en una relación armónica y
sostenible con el agua
Instalada en el Pabellón de México, Chinampa Veneta está compuesta por
diversas puestas en escena vivas que estarán en constante transformación
durante los seis meses de La Biennale (del 10 de mayo al 23 de noviembre
de 2025). La ceremonia inaugural incluyó una conversación entre
agricultoras y agricultores de Xochimilco, el norte de Italia y el
Véneto, quienes compartieron sus prácticas de cultivo, experiencias
territoriales y conocimientos en torno a la agricultura regenerativa.
Las chinampas constituyen un sistema agrícola ancestral de Mesoamérica
con más de cuatro mil años de historia. Se desarrollan en lagos de poca
profundidad y se construyen en bloques rectangulares formados por capas
de sedimentos, lodo y vegetación. Su disposición geométrica, además de
conformar canales, multiplica las riberas del lago, generando nichos
ecológicos que favorecen una biodiversidad rica y diversa. Este sistema
captura carbono, purifica el agua y produce alimentos y oxígeno. Cada
uno de sus elementos cumple una función esencial y genera relaciones
simbióticas que promueven la vida. Frente a un mundo vulnerable al
cambio climático y al borde del colapso ecológico, las chinampas ofrecen
una vía posible hacia el futuro.
En el marco de la apertura oficial del Pabellón, se llevó a cabo una
ceremonia que contó con la presencia de representantes del Instituto
Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y miembros de
representaciones diplomáticas de nuestro país en Italia. El acto fue
presidido por la Arq. Dolores Martínez, subdirectora general de
Patrimonio Artístico Inmueble, en representación de Alejandra de la Paz,
directora general del INBAL. La acompañaron Gerardo Cedillo, coordinador
nacional de Artes Visuales; Héctor Alcántara, responsable de Asuntos
Culturales, en representación del embajador de México en Italia, e
Ignacio Urquiza, el coordinador del proyecto.
Dentro del pabellón se presenta una de estas configuraciones escénicas:
un sistema de chinampas que representa su ciclo vital. La secuencia
inicia con la regeneración de una chinampa a partir del chapín, un
pequeño cubo de lodo rico en nutrientes que resguarda en su interior una
semilla. Las demás chinampas se organizan en paralelo, evocando las
riberas de los canales de Xochimilco y permitiendo que la audiencia
fluya por el espacio como el agua entre los canales. Al centro se ubica
la chinampa principal: una chinampa viva, donde conviven la milpa
—sistema tradicional de policultivo ancestral— y la vite maritata
—sistema agroforestal ancestral practicado en el Véneto y otras regiones
de Italia, en el que la vid crece entrelazada con los árboles—, con una
disposición que recuerda la arquitectura teatral y refuerza su carácter
performativo.
Otra puesta en escena, de carácter audiovisual, flota simbólicamente en
la Laguna de Venecia como una evocación del Teatro del Mondo de Aldo
Rossi, quien concebía el teatro como un puente entre la arquitectura y
lo imaginario. Ese teatro se transforma en la Chinampa del Mondo y se
presenta como un gesto ancestral y orgánico frente al tejido urbano de
Venecia. Esta imagen flotante invoca lo tradicional y proyecta lo
posible, estableciendo un nuevo vínculo entre dos ciudades lacustres
cuyas historias hídricas revelan una lucha compartida por el agua
potable y la soberanía territorial.