10 de junio de 2025
AURORA DE LOS PUEBLOS: El enemigo interior: Miedo al cambio

Una serie de artículos por Aurora de los Pueblos
Artículo 5: El enemigo interior: miedo al cambio
Cuando el confort se vuelve cárcel y el miedo, carcelero
Por Aurora de los Pueblos
Si el sofá representa la prisión, el miedo al cambio es el carcelero que
cierra la puerta. No se trata solo de flojera o costumbre; muchas veces,
la raíz de la parálisis es el temor. Temor a fracasar, a hacer el
ridículo, a descubrir que uno ya no es quien solía ser. Temor a salir y
no encontrar nada allá afuera. Temor, incluso, a tener éxito y que ese
éxito implique responsabilidad.
El miedo no siempre grita. A veces susurra. Se disfraza de prudencia:
“mejor espero”, “no estoy listo aún”, “quizá más adelante”. O se
enmascara de lógica: “no tengo dinero”, “no tengo contactos”, “nadie me
va a contratar”. Pero en el fondo, es lo mismo: una voz que impide
actuar.
Ese enemigo interior se alimenta de la incertidumbre. Y en tiempos de
crisis, de violencia, de pobreza, de abandono institucional, esa
incertidumbre se multiplica. Entonces el sofá no solo es comodidad: es
protección contra un mundo que parece devorarlo todo. Y sin embargo,
quedarse es perderse.
El miedo no se combate con valentía ciega, sino con pasos pequeños pero
firmes. Cambiar un hábito. Buscar una conversación constructiva. Salir a
caminar. Levantar la mano y decir: “quiero aprender algo nuevo”. Cada
pequeño movimiento es una victoria sobre el miedo, una grieta en los
muros interiores.
Hay que entender algo fundamental: el cambio siempre duele. Romper
rutinas, dejar costumbres, cuestionar ideas… es incómodo. Pero es el
precio de la libertad. Y cuando se da ese paso, por más tembloroso que
sea, el prisionero ya no es el mismo. Ha comenzado a recuperar el mando
sobre su vida.

