#LeerEntreLíneas: CARTAS SOBRE LA MESA

Por Francisco Ruiz*
Martes 6 de mayo de 2025. En una mesa para cuatro personas en medio de
una cantina, ataviados con trajes dignos de la imagen masculina de mitad
del siglo XX, se encuentran Pedro Malo (Infante) y Jorge Bueno
(Negrete). Frente a frente en una partida de póker se escucha al Charro
cantor decir: “mis cartas échamelas al aire… Pues ya sabes a lo que le
tiras, mano. ¿Lo matas?”. Se trata de una de las escenas de “Dos tipos
de cuidado”, película que dirigió Ismael Rodríguez y se estrenó en 1953.
Al continuar la historia, El inmortal gana el juego de baraja a pesar de
tener todo el panorama en contra. Así, queda demostrado una vez más que
no hay que pecar de adelantados y tomar decisiones sólo cuando se tienen
todas las cartas sobre la mesa.
Justo ahora que nos encontramos en medio de un proceso que, aunque se
trata de espacios del Poder Judicial y no tiene precedentes, finalmente
es una justa electoral que, muy seguramente, a muchos empieza a
provocarles cosquillas. Y ante las inquietudes de quienes aspiran, las
líderes nacionales del movimiento de la Cuarta Transformación: la
presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y la dirigente del partido
político que ostenta el poder en el gobierno federal y en la mayoría de
los estatales, Luisa María Alcalde Luján, desde sus respectivas
trincheras, han “bajado” sus cartas y dejado en claro las reglas de
juego para quienes pretendan participar en los comicios que habrán de
celebrarse en 2027.
Para ello, la jefa del Estado mexicano enlistó una serie de valores que
deberán de caracterizar a los líderes y servidores públicos emanados del
instituto político al que pertenece: unidad; honestidad, humildad y
sencillez; estar con la gente, en el territorio (nacional); impedir el
amiguismo, influyentismo y nepotismo; que cada institución cumpla la
función para la cual fue creada; consolidar el humanismo mexicano a
través de la formación política; continuar con la movilización social y
la consolidación de los ideales; austeridad y cercanía con el pueblo;
impedir la colusión con la delincuencia de toda índole, e impulsar las
candidaturas respaldadas por la sociedad.
En consecuencia, durante la cuarta sesión ordinaria el Consejo Nacional
de dicho partido, el cual es presidido por el gobernador de Sonora,
Alfonso Durazo Montaño, se impulsó un decálogo sobre las conductas
contrarias a dichos principios con el objetivo de evitarlas o, cuando
menos, reducirlas al máximo. El rechazo a la corrupción es el punto que
encabeza la lista aprobada por sus militantes. De ahí, le siguen:
obstaculizar la participación de los militantes en asambleas o procesos
internos; intervenir, promover o tolerar esquemas clientelares o
corporativistas con fines políticos y/o electorales; promover intereses
personales o de grupo; utilizar la mentira o el engaño como estrategia
de convencimiento; utilizar los recursos del erario o programas públicos
para la promoción personal; ejercer o promover conductas y el lenguaje
sexista o discriminatorio en todos los sentidos; aspirar a un puesto de
elección popular sin contar con formación política y ética reciente;
realizar, promover o tolerar actos tendientes a manipular o desvirtuar
los resultados de encuestas, insaculaciones, conteos, entre otros; así
como, imponer métodos de votación a mano alzada para orientar o
coaccionar la voluntad de quien lo emite.
Desde ya, la presidenta pretende contagiar a sus correligionarios: “No
podemos olvidar de dónde venimos, de lo contrario olvidaremos a donde
vamos. No es llegar al poder por llegar, no es la ambición personal lo
que debe guiarnos, sino el bienestar del pueblo”. Ahora sí, las cosas
claras y el chocolate espeso, resta ver quién le entrará.
Post scriptum: “Yo manejaría a México con orden y con honor”, María
Félix.
*El autor es escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y
asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).