LA COLUMNA DE MARTÍN LAZO CUEVAS

Por Martín Lazo Cuevas

Este 1 de junio de 2025, el pueblo de México tiene una cita con la historia. No es una jornada electoral cualquiera. Es el inicio de una profunda transformación: la elección directa del Poder Judicial. Por primera vez, los jueces, magistrados y ministros no serán designados por intereses cupulares ni por pactos oscuros tras bambalinas, sino elegidos por voto popular, bajo el escrutinio directo de quienes verdaderamente mandan en una democracia: el pueblo soberano.

Durante décadas, el Poder Judicial ha sido refugio de mafias de toga y birrete, un bastión de impunidad donde anidan corruptos, zánganos, malvivientes, traidores del derecho, que venden la justicia al mejor postor. Mientras el pueblo sufre atropellos, despojos, encarcelamientos injustos y liberación de criminales de cuello blanco, los jueces de la élite judicial viven en la opulencia, ciegos al dolor del México profundo.

Ya basta.

Hoy, el clamor nacional exige una sacudida de raíz. Hay que arrancar la podredumbre judicial sin miramientos, hay que expulsar a los mafiosos de la ley, a los traficantes de sentencias, a los enemigos del pueblo que se esconden tras escritorios lujosos y expedientes manipulados. Y lo haremos con la arma más poderosa de la democracia: el voto consciente y masivo del pueblo.

A todas y todos los ciudadanos con credencial de elector:
¡Salgan a votar! ¡Nadie debe faltar!
Este 1 de junio es la gran limpia nacional, el juicio del pueblo al poder que nunca fue nuestro, y ahora —por fin— lo será. Es tiempo de elegir un Poder Judicial nuevo, regenerado, honesto, digno, valiente, que sirva y honre a la gente, no al dinero ni al crimen ni al viejo régimen de privilegios.

El nuevo Poder Judicial debe nacer del corazón del pueblo y responder ante él. No más jueces de escritorio, no más ministros inamovibles con sueldos insultantes, no más justicia para unos cuantos.

Este 1 de junio empieza la era de la justicia popular, de la vigilancia ciudadana, de la esperanza organizada.

Votemos con firmeza, con conciencia y con dignidad.
Que se escuche fuerte y claro en todo el país:
¡Fuera los corruptos del Poder Judicial!
¡Que no regresen jamás!
¡Sí a un nuevo comienzo!
¡Sí al Poder Judicial del pueblo, para el pueblo y por el pueblo!