LA COLUMNA DE MARTÍN LAZO CUEVAS


MARTÍN LAZO CUEVAS: Las Ocho Caras de la Realidad Social (I): Problemáticas Económicas



Primera parte de ocho

Por Martín Lazo Cuevas

En el corazón de toda sociedad late una verdad que no siempre queremos mirar de frente: la economía no es solo números o indicadores abstractos; es la expresión concreta de las posibilidades —o carencias— de millones de vidas humanas. Las problemáticas económicas son, sin duda, el primer gran pilar de la desigualdad estructural que enfrentamos en México y en muchas partes del mundo.

Esta primera entrega de ocho explora con profundidad los rostros más visibles y más crudos de una realidad que, lejos de atenuarse, se recrudece bajo modelos económicos excluyentes. Veamos cada uno de sus componentes:

Pobreza: la raíz que devora el porvenir

La pobreza no es solo la falta de dinero. Es la imposibilidad cotidiana de elegir, de acceder a una alimentación suficiente, a servicios básicos o a una educación digna. En muchas regiones de México, la pobreza ha dejado de ser una condición circunstancial para convertirse en un estado de vida heredado, un destino que atrapa a generaciones enteras. La pobreza extrema, además, deshumaniza: convierte al ser humano en sobreviviente dentro de su propia tierra.

Desigualdad económica: riqueza concentrada, miseria extendida

México es uno de los países con mayores niveles de desigualdad en América Latina. Esto no significa únicamente que algunos tengan más que otros, sino que unos pocos tienen demasiado mientras millones no tienen nada. La brecha se expresa en el acceso a servicios, en la salud, en la justicia y en el tiempo libre. La desigualdad es una herida abierta que fragmenta la cohesión social y alimenta la violencia.

Desempleo: el tiempo detenido

El desempleo no solo afecta el ingreso familiar. Destroza la autoestima, detiene los proyectos de vida, erosiona la esperanza. En un país con una mayoría joven, el desempleo estructural condena a miles a la informalidad, la migración forzada o, peor aún, al reclutamiento por parte de redes criminales. El trabajo no puede seguir siendo un privilegio: debe ser un derecho garantizado.

Trabajo informal: vivir sin derechos

La economía informal representa más del 50% de la fuerza laboral en México. Personas que trabajan todos los días sin seguridad social, sin pensiones, sin contratos, sin vacaciones ni estabilidad. Son el rostro invisible del desarrollo. La informalidad no es una elección: es la única salida para quien ha sido excluido del sistema formal.

Exclusión financiera: el banco como frontera

Millones de personas en México no tienen cuenta bancaria ni acceso a créditos formales. Esto les impide ahorrar, invertir o emprender, y los expone a mecanismos abusivos de financiamiento como las tandas informales o el agiotismo. La inclusión financiera es clave para romper el ciclo de pobreza, pero requiere de voluntad política y programas accesibles, especialmente para zonas rurales e indígenas.

Migración económica forzada: huir para sobrevivir

Cuando una persona se ve obligada a dejar su comunidad, su cultura, su familia, para buscar trabajo en otro estado o país, no lo hace por gusto. Lo hace por hambre, por necesidad, por desesperanza. La migración económica forzada es el rostro humano del fracaso de las políticas públicas locales. Y es, también, una forma de despojo: el país pierde talento, esfuerzo y vida mientras otras economías se benefician de su sacrificio.

Las problemáticas económicas son la base de casi todas las demás. No son eventos aislados, sino parte de un sistema que prioriza el capital sobre la dignidad, la eficiencia sobre la equidad. Comprenderlas es el primer paso para transformarlas.

En la próxima entrega abordaremos las problemáticas educativas, pues ningún cambio es posible sin el poder transformador del conocimiento.

Martín Lazo Cuevas
Editor en jefe de Centro Aztlán Raíces y Renacimiento del Consejo Mayor de Comunidad Mexicana