MARTÍN LAZO CUEVAS: Las mujeres más influyentes de Morena en el 2025

Por Martín Lazo Cuevas
Entre ellas se perfilan desde la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo
hasta las líderes comunitarias, pasando por todos los órganos de
gobierno, desde el Ejecutivo hasta el Judicial, desde las altas esferas
legislativas hasta los barrios populares donde Morena se fortalece con
el respaldo del pueblo. En este 2025, Morena no solo es el partido
gobernante, es también un movimiento transformador que tiene rostro de
mujer.
Claudia Sheinbaum Pardo encabeza esta lista como la primera presidenta
de México, símbolo de una nueva era de justicia y equidad. A su lado, en
el núcleo del poder, destaca Luisa María Alcalde Luján, joven y firme
presidenta del partido Morena, heredera del espíritu transformador que
dejó Andrés Manuel López Obrador. Rosa Icela Rodríguez desde la
Secretaría de Gobernación, María Luisa Albores en Bienestar, y Claudia
Curiel de Icaza en Cultura, consolidan un gabinete paritario que no solo
ocupa cargos, sino que ejerce poder con visión de justicia social.
En el ámbito legislativo, mujeres como Andrea Chávez, Simey Olvera,
Laura Itzel Castillo, Julieta Vences, Celeste Ascencio y Ana Lilia
Rivera marcan la pauta en la defensa de derechos y construcción de leyes
con perspectiva de género. Desde el Senado hasta la Cámara de Diputados,
estas lideresas han elevado el tono, han desafiado las inercias
patriarcales y han demostrado que el poder se puede ejercer desde la
empatía y el compromiso social.
En el Poder Judicial, nombres como Lenia Batres Guadarrama, Yasmín
Esquivel y Loretta Ortiz Ahlf representan una presencia femenina clave
en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su papel es vital para
consolidar un marco legal que proteja los avances sociales que Morena
impulsa, especialmente en temas de derechos humanos y justicia para los
sectores históricamente excluidos.
Bertha Luján Uranga, como presidenta del Consejo Nacional de Morena, es
una de las figuras intelectuales y organizativas más sólidas del
movimiento. A su lado, Carol Arriaga y Gabriela Jiménez han dado forma a
las estructuras internas del partido, construyendo una base política
sólida y participativa.
No podemos olvidar a las gobernadoras que personifican el poder
territorial femenino de Morena: Mara Lezama en Quintana Roo, Marina del
Pilar en Baja California, Indira Vizcaíno en Colima y Evelyn Salgado en
Guerrero. Ellas han logrado un equilibrio complejo: administrar el poder
y atender las demandas sociales con sensibilidad y eficiencia.
Más allá de los cargos formales, existen figuras que inciden desde el
pensamiento y la estrategia. Mujeres como Renata Turrent y Edurne Ochoa
han sido fundamentales en la batalla cultural y en la construcción de
narrativas transformadoras que sostienen el proyecto de nación.
Y en las trincheras del territorio, desde lo comunitario, desde las
alcaldías, municipios y colonias populares, otras decenas de mujeres
levantan la bandera de la Cuarta Transformación con coraje y esperanza.
Nombres como María Teresa Guerra, Sandra Luz Falcón, María del Carmen
Ordaz, Celeste Ascencio, María Eugenia Hernández y María Guadalupe
Román, entre muchas otras, encarnan esa fuerza callada pero invencible
que hace de Morena un movimiento popular con raíces profundas.
En total, son al menos cincuenta las mujeres que, desde diferentes
trincheras, configuran el rostro plural, firme y transformador de Morena
en 2025. Algunas ocupan micrófonos nacionales, otras caminan los pueblos
a pie. Algunas imparten justicia desde el estrado, otras organizan a su
comunidad desde un altavoz. Lo que todas tienen en común es que no
esperan permiso: ya están ejerciendo poder, ya están transformando
México.
Estas mujeres no son accesorias ni decorativas. Son el eje. Son la
estructura que sostiene, que crea, que reforma y que defiende. Son el
corazón de la Cuarta Transformación. Y es momento de reconocerlo. Porque
el futuro de México, sin duda, tendrá voz de mujer.

