PERÚ: Encuentran muertos a guardias de seguridad secuestrados en zona minera ilegal

La tragedia golpea la provincia de Pataz, en el norte de Perú, con el
hallazgo de los cuerpos sin vida de trece guardias de seguridad que
habían sido reportados como secuestrados. La policía confirmó el sombrío
descubrimiento este domingo 4 de mayo, revelando que las víctimas,
empleadas de la empresa R&R Staff que prestaba servicios a un minero
artesanal subcontratado por la minera Poderosa, fueron presuntamente
capturadas por individuos vinculados a la desenfrenada minería ilegal
que asola la región.
El hallazgo de los cuerpos, atados en una fosa, pone fin a una semana de
profunda angustia desde el secuestro ocurrido el 26 de abril. Informes
locales han detallado la circulación de videos perturbadores en redes
sociales, supuestamente filmados por los criminales, que mostrarían el
cruel asesinato de los guardias. Además, se ha denunciado el envío de
videos a los familiares donde se veía a las víctimas atadas y desnudas,
en un intento de extorsión previo al fatal desenlace.
Las autoridades peruanas no dudan en señalar a las organizaciones
criminales dedicadas a la minería ilegal como los responsables de este
acto de barbarie. Se cree que los guardias fueron enviados inicialmente
para hacer frente a una banda que había tomado por la fuerza una mina
tras una emboscada, un intento que culminó en su captura y posterior
muerte.
La respuesta del gobierno de Dina Boluarte ha sido contundente: se ha
impuesto un toque de queda nocturno en la provincia de Pataz y se ha
ordenado la suspensión de toda actividad minera en la zona durante 30
días. Además, se ha anunciado un despliegue militar significativo para
recuperar el "control total" del área de la mina La Poderosa.
Sin embargo, la medida de suspender la minería formal ha generado
críticas. Voces autorizadas, como la de Pablo de la Flor, advierten que
esta acción podría favorecer a los mineros ilegales, quienes
precisamente buscan la paralización de la actividad legal. La propia
empresa La Poderosa había expresado previamente su preocupación por la
ineficacia del estado de emergencia que ya regía en la región desde
febrero, ante la persistente escalada de violencia.
Un vocero de la compañía lamentó que la "espiral de violencia
descontrolada" en Pataz continuara a pesar de la presencia policial,
recordando que las víctimas se suman a la lista de empleados que han
perdido la vida a manos de estas bandas criminales en la zona minera.
El fiscal Luis Guillermo Bringas ha descrito la situación en Pataz como
una "guerra por los socavones" entre las empresas mineras y las
organizaciones delictivas, un conflicto impulsado por las enormes
ganancias que genera la minería ilegal de oro en Perú. Con un volumen de
negocio que superó los 6 mil millones de dólares en 2024, según datos
del Instituto Peruano de Economía, esta actividad ilícita representa una
grave amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región.
Este trágico suceso subraya la urgencia de una estrategia integral y
efectiva para combatir la minería ilegal en Perú, que no solo proteja la
vida de las personas, sino que también preserve la actividad económica
formal y la seguridad en una zona crucial para la producción mundial de
oro. La comunidad internacional observa con atención las medidas que se
adopten para hacer frente a esta profunda crisis.