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VATICANO: El 7 de mayo será la elección del nuevo Papa



El Vaticano ha anunciado que el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco comenzará el 7 de mayo. La decisión fue tomada por los cardenales reunidos en la V Congregación General, tras la conclusión de las Misas de sufragio por el eterno descanso del difunto Papa.

Durante la V Congregación General, los cardenales discutieron temas cruciales para la Iglesia, incluyendo su relación con el mundo, los desafíos actuales y las cualidades necesarias para el próximo Papa. También se eligieron nuevos miembros para la Comisión que asiste al Cardenal Camarlengo en los preparativos finales. Las Congregaciones Generales continuarán hasta el 6 de mayo, con excepción del 1 y el 4 de mayo.

El inicio del Cónclave está regido por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, actualizada por los Papas Benedicto XVI y Francisco. Según estas normas, el Cónclave comienza entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa. Durante este período, los cardenales electores de todo el mundo se reúnen en Roma.

El Cónclave comenzará con una Misa solemne "pro eligendo Pontifice", seguida de una procesión a la Capilla Sixtina. Allí, los cardenales cantarán el himno Veni, Creator Spiritus y prestarán juramento. La Capilla Sixtina estará especialmente preparada para el Cónclave, con bancos para el recuento de votos y un horno para quemar las papeletas.

La elección del Papa requiere una mayoría cualificada de dos tercios. Se realizan cuatro escrutinios diarios, dos por la mañana y dos por la tarde. Si después de varias votaciones no se alcanza la mayoría requerida, se procede a una segunda vuelta entre los dos cardenales con mayor número de votos.

Una vez elegido el Papa, se le pregunta si acepta la elección y qué nombre pontificio tomará. Tras su aceptación, se queman las papeletas y se envía la señal de humo blanco desde la Plaza de San Pedro. El nuevo Papa se viste con los ornamentos papales y se presenta a los fieles.

El anuncio oficial de la elección, el Habemus Papam, es seguido por la aparición del Papa, quien imparte la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo). Con este acto, el Cónclave concluye y comienza un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.

El próximo Cónclave se desarrolla en un momento de grandes desafíos y oportunidades para la Iglesia Católica. El nuevo Papa deberá abordar cuestiones como la polarización social, la crisis de abusos sexuales, la disminución de fieles en algunas regiones y la necesidad de diálogo interreligioso. Al mismo tiempo, tendrá la oportunidad de liderar la Iglesia en su misión de evangelización y servicio al mundo. El mundo observa con atención y esperanza mientras la Iglesia se prepara para elegir a su nuevo líder.