6 Mayo 2022
Derechos humanos
Más de 1700 escuelas de Puerto Príncipe, la
capital del país, siguen cerradas debido a las
actuaciones criminales de las pandillas. Los
niños en peligro de abandonar la escuela son,
supuestamente, reclutados por las bandas y se
les paga un salario semanal. Armar a los niños y
utilizarlos como soldados es una violación de
sus derechos y está condenado por las leyes
nacionales e internacionales
Los enfrentamientos entre bandas en Haití han
provocado que 500.000 niños no puedan asistir a
la escuela desde finales de abril, informó este
viernes el Fondo de la ONU para la Infancia, que
cifró en 1700 el número de colegios que están
actualmente cerrados o a la falta de acceso
debido a estas confrontaciones.
Citando a fuentes del ministerio de Educación
Nacional y Formación Profesional, la agencia
detalló que en toda el área metropolitana de
Puerto Príncipe hay 772 escuelas cerradas en
Croix-des-Bouquets, 446 en Tabarre 274 en Cité
Soleil, y otras 200 en Martissant, Fontamara,
Centre-Ville y Bas-Delmas.
"Las familias, las mujeres y los niños tienen
miedo de salir de casa, los niños temen de ir a
la escuela. Ningún niño puede ir al colegio
mientras las balas revuelan por el aire, es
inseguro y esto no puede ser", afirmó el
representante de UNICEF en Haití, Bruno Maes.
Mientras las bandas controlaban las áreas
cercanas a las escuelas, los directores se
vieron obligados a pagar a los líderes de las
pandillas para garantizar la seguridad de los
centros educativos. Cuando los responsables de
los colegios se quedaron sin fondos se vieron
obligados a cerrar las puertas de las academias.
Además, muchas escuelas también están ocupadas
por familias desplazadas.
UNICEF recibió información fidedigna de que los
niños en peligro de abandonar la escuela son,
supuestamente, reclutados por las bandas y se
les paga un salario semanal.
"Dar a los niños armas para luchar y utilizarlos
como soldados o espías es una violación de sus
derechos como niños y está condenado por las
leyes nacionales e internacionales. Me
entristece que los niños que están dispuestos a
aprender y los profesores dispuestos a educar no
puedan hacerlo porque se sienten inseguros. Los
niños deben poder ir a la escuela con seguridad,
jugar libremente y disfrutar de su condición de
niños y tener la oportunidad de desarrollar todo
su potencial", destacó Maes.
Además de las negativas consecuencias que el
cierre de colegios supone en su educación, los
niños también son víctimas de desplazamientos,
lesiones e incluso pueden llegar a morir. En
diez días fueron asesinados una decena de niños,
seis en un solo día.
El desplazamiento interno sigue creciendo
La inseguridad sigue siendo una constante en la
nación caribeña. Según cifras de la Organización
Internacional para las Migraciones, 9000
personas fueron desplazadas de Croix-des-Bouquets,
Tabarre y Cité Soleil por ese motivo.
Desde el 3 de mayo, 752 personas, entre ellas al
menos 124 mujeres y 200 niños, se habían
refugiado en nueve emplazamientos de Clercine,
en Tabarre, una comunidad situada en el distrito
de Puerto Príncipe.
Estas personas viven en condiciones precarias,
sin las condiciones necesarias de higiene y
saneamiento, sin acceso a servicios básicos, con
falta de agua potable y sin privacidad para las
mujeres y los niños, quienes se encuentran en
mayor riesgo de sufrir violencia de género.
"Las mujeres y los niños de la capital de Haití
temen por su vida y la de sus hijos. Sufren
secuestros, casas quemadas, asesinatos y
desplazamientos, ya que sus vidas están en
constante peligro por la persistente violencia
de las bandas urbanas. Las familias haitianas,
ya afectadas por los efectos adversos del
COVID-19, además de las catástrofes naturales
del país, siguen huyendo para salvar sus vidas",
afirmó Maes.
Desde agosto de 2020 la violencia de las bandas
ha provocado el desplazamiento de 19.000
personas, entre ellas 15.000 mujeres y niños, y
ha dificultado el transporte de suministros y
personal al suroeste de Haití, una zona afectada
por un gran terremoto el pasado 14 agosto.
La actual "crisis" afecta a las rutas que
conducen al norte del país demorando el tiempo
de entrega de la ayuda humanitaria para las
personas necesitadas y aumenta considerablemente
los costes de las operaciones de socorro.
Para intentar paliar los efectos de la
violencia, el ministerio de Educación y UNICEF
trabajan para poner en marcha una emisora de FM
que emita exclusivamente Educación por Radio en
todo el país.
A la espera de este estreno, el programa se
emitirá temporalmente en la radio nacional de
Haití y cubrirá el déficit de aprendizaje que
los niños de las zonas marginales de Puerto
Príncipe han perdido debido a la inseguridad.
UNICEF continúa respondiendo a las crecientes
necesidades en Puerto Príncipe e insta a todos
los actores relevantes a abstenerse de utilizar
la violencia para poner en peligro la vida de
mujeres y niños y a dejar de reclutar niños
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