Los casos se
relacionan con el virus del papiloma humano, señala
Germán Villanueva Sánchez, en ocasión del Día Mundial de
la Salud Bucodental, que se conmemora el 20 de marzo
• La ENES León de la UNAM cuenta con un programa de
detección temprana, mediante el cual se revisó a 230
pacientes en el último lustro
El perfil epidemiológico de los pacientes con cáncer
bucal está cambiando. Hace dos décadas se presentaba en
hombres de edad avanzada -de 60 a 70 años- quienes
habían fumado y bebido por largo tiempo. Hoy es
frecuente encontrar a jóvenes de 18, 20 o 30 años con
este padecimiento.
Estos casos son un “foco rojo” y están relacionados con
el virus del papiloma humano (VPH), afirma el
responsable de la Clínica de Odontología de la Escuela
Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León, de
la UNAM, Germán Villanueva Sánchez.
Antes, las personas habían fumado y bebido por 20 años o
más. “Las sustancias tóxicas del tabaco combinadas con
el etanol -en cualquiera de sus presentaciones- hace una
dilución directa que, en la cavidad bucal, incide sobre
los núcleos de las células, lo cual los hace inestables
para que muten y hagan una neoplasia maligna o un cáncer
bucal”.
Sin embargo, los jóvenes no podrían haberlo hecho a los
cinco o 10 años. “Hemos visto que sus casos se vinculan
con el VPH, por las relaciones orogenitales. Este es un
cáncer que, así como afecta el cérvix uterino en las
mujeres, también daña la cavidad bucal. El virus
causante tiene afinidad por los epitelios y la dermis”.
Las lesiones en la boca son pequeños papilomas, verrugas
y/o condilomas parecidos a coliflores, explica el
experto universitario con motivo del Día Mundial de la
Salud Bucodental, que se conmemora el 20 de marzo.
De acuerdo con el Observatorio Global del Cáncer, en los
últimos cinco años se sumaron 656 mil 62 casos de cáncer
de labio y cavidad oral de varones en el mundo; en
México se contabilizaron mil 671, en ese mismo periodo.
El experto en epidemiología de las patologías del
complejo bucal y maxilofacial refiere: actualmente se
conocen más de 200 subtipos virales del VPH; el
relacionado con el cáncer de boca es el tipo 16,
mientras el 18 se vincula al cáncer en la faringe.
“No quiere decir que una persona que tuvo una relación
sexual oral y que se infecta por VPH en cavidad oral va
a desarrollar cáncer de manera inmediata. Los individuos
tenemos un sistema inmune que nos protege y si éste es
fuerte, en muchas ocasiones no hay lesiones.
“En la medida en que se tengan esas prácticas con varias
parejas, y se infecten varias veces, es mayor la
posibilidad de desarrollarlo. A ello hay que sumar otros
factores: si se fuma, toma o no se tiene buena
alimentación”, detalla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como
lesiones premalignas de la cavidad oral a las
leucoplasias y eritroplasias, máculas o manchas de color
blanco o muy rojo que pueden situarse en los bordes
laterales de la lengua, manifiesta Villanueva Sánchez.
“Los dentistas, los odontólogos de práctica general son
nuestros ojos porque no puede haber patólogos en todos
lados. Si detectan estas manchas en los pacientes, deben
ser evaluados por el especialista en patología bucal y,
de ser necesario, hacerles biopsias, a fin de descartar
que se tenga una lesión precancerosa o un cáncer
establecido”, alerta.
Al realizar una inspección intraoral debe ser integral y
no limitarse a los dientes, pues numerosas patologías se
encuentran en los tejidos blandos.
Detección temprana
En la ENES León se cuenta con un programa de detección
temprana de cáncer oral, mediante el cual se busca
identificar personas con lesiones en estadios
incipientes, a fin de brindarles una mejor opción de
tratamiento, que no sea mutilante, destaca Villanueva
Sánchez.
En los últimos cinco años revisaron a 230 personas, de
ellas 40 tuvieron lesiones premalignas -28 leucoplasias
y 12 eritroplasias- y 28 casos de cáncer de células
escamosas de la cavidad bucal en diferentes sitios
anatómicos, 90 por ciento en el borde lateral de lengua.
Al detectar un caso, se canaliza a hospitales con los
cuales la Escuela tiene vínculos, como el Hospital
Regional de Alta Especialidad del Bajío, donde son
atendidas por oncólogos médicos y quirúrgicos.
“En la ENES León tenemos un laboratorio de patología con
un sistema de gestión de calidad e ISO 9001:2015; les
entregamos sus resultados en un periodo de ocho a 10
días hábiles. Cuando van al hospital con sus laminillas
los patólogos corroboran los resultados y se inicia el
protocolo oncológico”, manifiesta Villanueva Sánchez.
Prevención
El experto de la UNAM detalla que la OMS define como una
adecuada salud bucal cuando no se tiene molestia, dolor
ni alguna enfermedad periodontal.
En México y a nivel mundial las enfermedades dentales
más frecuentes son la caries, 95 por ciento de la
población la presenta en diferentes niveles; seguidas de
las periodontopatías o enfermedades periodontales, es
decir, cuando hay inflamación en los tejidos blandos o
en los huesos maxilares (la encía o tejidos más
profundos). Estas patologías son evolutivas.
“Un paciente puede iniciar con una inflamación en la
encía y no limitarse ahí, con el paso del tiempo puede
bajar hacia tejidos profundos, comprometer el hueso. Es
cuando empiezan a tener esta sensación de movimiento del
diente con la lengua”, expone.
El doctor en Ciencias argumenta que grupos vulnerables
como las personas con diabetes requieren mayor atención,
ya que al tener desequilibrios a nivel sistémico de la
glucosa, presentan mayor predisposición a la
periodontitis, la gingivitis. “Lo vemos constantemente,
son pacientes que pierden de una manera muy temprana sus
órganos dentales”. Aunque se les puede colocar una
prótesis total, suelen perder por completo la sensación
de los sabores y no masticar correctamente.
Quienes tienen periodontopatías también padecen mayores
compromisos cardiovasculares porque la cavidad oral está
relacionada anatómicamente con el área cardíaca, del
tronco, del pecho. “Perfectamente puede viajar una
infección de la cavidad bucal hacia el corazón y
originar una endocarditis bacteriana”, remarca.
Villanueva Sánchez recuerda que para tener una adecuada
salud bucal se deben cepillar la boca y los dientes tres
veces al día, usar hilo dental y utilizar enjuagues
bucales, que se diluyan en agua.
Además, fomentar la autoexploración: que las personas
revisen su cavidad y si se detectan algo sospechoso -una
bola, una mancha-, acudir al odontólogo. Si se tiene
alguna lesión o úlceras que no cicatriza en un período
de 20 días, hay que hacer una biopsia.
Asimismo, acudir a profilaxis para que se retire el
sarro, al menos cada seis meses. De igual forma, es
aconsejable tomarse una radiografía panorámica cada año,
pues a veces hay lesiones que se desarrollan de manera
intraósea y clínicamente no son visibles, concluye el
especialista. |