Ernesto Sosa
Rocha
El nació en
Bahía de Todos los Santos y de ahí se fue al
Golfo de Santa Clara, Sonora, primero. Recuerda
haber viajado en canoa con su amigo "El Loco"
Ismael. Estuvo viviendo en Los Angeles,
California, donde aprendió bien hablar el
inglés, tanto que cuando vivía en San Felipe,
era uno de los que mejor hablaban ese idioma y
el Johnny Rodriguez Serratos.
En San Felipe
se dedicó a la pesca comercial, que en ese
tiempo solo eran tres meses de pesca y los otros
meses se iba a pizcar algodón al valle de
Mexicali.
Recuerda que a
partir de 1940 empezaron a pescar el camarón en
San Felipe y antes era pura totoaba lo que
pescaban mucho. Los precios de antes refiere
Pavilo, que el kilo de camarón estaba en 35
centavos de dolar. "Puro dólar, puro billete de
dos dolares", explica el marinero. Entre los
pocos turistas que recuerda importantes, era el
periodista norteamericano Ray Cannon, quien
escribió posteriormente un libro sobre la
península.
Recuerda una
anécdota donde durante una noche veraniega, allá
por 1950, cuando en la zona del Campo número
uno, donde hoy se encuentra la Escuela Técnica
Pesquera, en lo alto aparecieron unas luces
similares a los reflectores. "Todo estaba muy
solo y lo único qué encontré fue una coralillo",
dice Pavilo.
Con todo y el
suspenso del momento, alcanzó a aplastar el
reptil y momentáneamente olvidó las luces en el
cielo. De inmediato abandonó el lugar y al día
siguiente que regresó ni los restos de la víbora
encontró.
"Ni coyotes
había, nunca entendí que fue lo que pasó, pero
las luces nunca volví a verlas".
Refiere además
las diversiones de la época, con una orquesta
improvisada entre los mismos pescadores.
Finaliza.
Fotografia del
pionero pescador del puerto de San Felipe, Ramón
González Camacho, El Pavilo.
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