Fecha de publicación: 07 de junio de 2025
NO TE SALTE EL ESTIRAMIENTO: La clave para un entrenamiento seguro y efectivo

Antes de sumergirte en tu rutina de ejercicio, ya sea correr,
levantar pesas o practicar yoga, hay un paso crucial que a menudo se
pasa por alto: el estiramiento.
Lejos de ser un mero calentamiento, dedicar unos minutos a estirar tus
músculos es fundamental para prevenir lesiones, mejorar tu rendimiento y
garantizar que tu cuerpo esté listo para la actividad física.
Más que Calentar: Los Beneficios del Estiramiento
El estiramiento pre-ejercicio no es solo una recomendación; es una
estrategia inteligente para cuidar tu cuerpo. Aquí te explicamos por qué
es tan importante:
1. Prevención de Lesiones: Los músculos fríos y rígidos son más
propensos a sufrir desgarros, distensiones o esguinces. El estiramiento
aumenta la flexibilidad y el rango de movimiento de tus articulaciones,
preparando a tus músculos para las demandas del ejercicio y reduciendo
el riesgo de lesiones. Piensa en ello como una "preparación" de tus
fibras musculares para el esfuerzo que viene.
2. Mejora del Rendimiento Deportivo: Al aumentar la flexibilidad, tus
músculos pueden trabajar de manera más eficiente. Esto se traduce en un
mejor desempeño en tu deporte o actividad, permitiendo movimientos más
amplios, fluidos y potentes. Un músculo flexible es un músculo más
fuerte y ágil.
3. Aumento del Flujo Sanguíneo: Estirar suavemente antes de la actividad
física ayuda a incrementar el flujo de sangre hacia los músculos. Esto
no solo aporta más oxígeno y nutrientes necesarios para el ejercicio,
sino que también ayuda a elevar ligeramente la temperatura muscular,
haciéndolos más elásticos y menos vulnerables.
4. Reducción de la Tensión Muscular: La vida diaria, el estrés o incluso
posturas prolongadas pueden generar tensión en nuestros músculos. Los
estiramientos previos al ejercicio pueden liberar parte de esa tensión
acumulada, permitiéndote iniciar tu rutina con una sensación de ligereza
y menos incomodidad.
5. Preparación Mental: El estiramiento también actúa como una transición
mental. Te ayuda a conectar con tu cuerpo, a concentrarte en la
actividad que vas a realizar y a "despertar" tus sentidos para el
esfuerzo.
¿Qué Tipo de Estiramiento es el Adecuado?
Existen dos tipos principales de estiramientos, y el que elijas antes
del ejercicio es clave:
Estiramiento Dinámico: Este es el más recomendado antes de entrenar.
Consiste en movimientos controlados que llevan tus articulaciones y
músculos a través de un rango completo de movimiento. Ejemplos incluyen
balanceos de piernas, círculos de brazos, rotaciones de tronco o
zancadas dinámicas. Su objetivo es preparar el cuerpo para el
movimiento, no elongar el músculo al máximo.
Estiramiento Estático: Consiste en mantener una posición de estiramiento
durante un tiempo (generalmente 20-30 segundos). Este tipo de
estiramiento es más adecuado para después del ejercicio, cuando los
músculos ya están calientes, para mejorar la flexibilidad a largo plazo
y ayudar a la recuperación.
Integra el Estiramiento en Tu Rutina
Dedica de 5 a 10 minutos a estiramientos dinámicos antes de tu
entrenamiento. Concéntrate en los grupos musculares que más vas a
utilizar. Por ejemplo, si vas a correr, haz énfasis en piernas, glúteos
y caderas.
No subestimes el poder de unos pocos minutos de estiramiento. Es un
pequeño gesto que puede marcar una gran diferencia en tu seguridad,
rendimiento y bienestar general al hacer ejercicio. ¡Dale a tu cuerpo la
preparación que se merece!

