El incidente donde
murieron al menos 8 migrantes tras ser embestidos por un
auto en la ciudad texana de Brownsville preocupa a los
migrantes reunidos en El Paso, Texas, quienes aseguran
que solo buscan "una mejor vida en EEUU".
EL PASO, EEUU —
Las calles del centro de El Paso, en el estado de Texas,
son testigo de la llegada de cientos de migrantes que
acampan a la espera de trasladarse a otras ciudades de
Estados Unidos. A la incertidumbre de no saber qué les
espera en el país, aseguran, ahora se agrega el miedo a
ser víctimas de actos discriminatorios o violentos.
El incidente ocurrido en Brownsville este domingo, en
una parada de autobús cerca de un refugio para
migrantes, donde al menos 8 personas fallecieron y otras
diez resultaron heridas tras ser embestidas por un auto,
es muy comentado entre los migrantes que duermen en las
afueras de la iglesia del Sagrado Corazón.
Según ellos, el suceso en esa ciudad fronteriza es una
muestra más del sentimiento antiinmigrante que los
espera en EEUU. "Nos preocupa lo que está pasando. ¿A
quién no?", aseguró a la Voz de América, el venezolano
Javier Alejandro Mendoza.
"De pronto nos puede pasar lo que pasó con ellos. Uno no
sabe. Se espera cualquier cosa", agregó el joven que,
según contó, lleva tres días durmiendo en la calle tras
pasar cerca de dos meses y medio en el trayecto desde su
natal Venezuela.
"No nos quieren en ninguna parte"
Para los cientos de migrantes agrupados en el campamento
improvisado en las afueras del Sagrado Corazón, es una
situación difícil. La gran mayoría arriesgan sus vidas y
su seguridad en el peligroso trayecto, todo para
alcanzar un sueño de prosperidad al que sienten que
también tienen derecho.
Muchos piensan que no se les toma en cuenta, ni se los
ve como seres humanos que buscan con desesperación una
salida a la difícil situación en sus países de origen.
Muchos, como José, vienen huyendo de la violencia en su
natal El Salvador.
"No nos quieren en ninguna parte, yo siento que somos
perseguidos en distintos lugares, nos ven como un
demonio, no sé", advierte frustrado en conversación con
la VOA desde un rincón en el piso.
José, quien ya fue deportado una vez desde EEUU, volvió
a cruzar la frontera después de ser golpeado por agentes
en México. Detrás no le queda nada, asegura.
"Uno lo que necesita es salir adelante, un trabajo.
Gracias a Dios no tengo vicio, no le hago daño a nadie,
simplemente deseo una vida, un trabajo, un lugar a donde
llegar y que me respeten mis derechos humanos", pide.
Una serie de incidentes preocupantes
La mayoría de los migrantes entrevistados por la VOA en
El Paso confiesan estar preocupados por los sucesos
violentos que han involucrado a migrantes, sobre todo el
más reciente en Bronwsville.
Esa ciudad fronteriza, al igual que El Paso, está entre
los lugares en los que se espera una mayor afluencia de
migrantes tras el fin del Título 42, el 11 de mayo
próximo.
Las autoridades ya apresaron al conductor, que tiene un
extenso historial delictivo y ahora se enfrenta a ocho
cargos de homicidio. Ante preguntas de la prensa, el
jefe de policía de Brownsville, Félix Sauceda,
identificó al responsable como George Álvarez y no
descartó que el atropello fuera intencionado.
Sauceda agregó que algunas de las víctimas eran de
Venezuela y que todavía trabajan por identificarlas.
Mientras, en un comunicado publicado este lunes por el
canciller Yvan Gil, el gobierno venezolano pidió que se
investigue si se trató de un delito de odio y xenofobia.
Este suceso se une a otros casos recientes de violencia
xenófoba, como el asesinato de un hombre, en noviembre
de 2022, cuando dos hermanos residentes en Texas
dispararon a un grupo de migrantes que buscaban agua
cerca de la frontera. Uno de los más notorios fue el
tiroteo masivo en un centro comercial de El Paso, que
dejó al menos 22 muertos, entre ellos varios ciudadanos
mexicanos, en agosto de 2019.
La actual crisis migratoria en el país, que ha visto
desbordadas sus fronteras en los últimos dos años, es
también uno de los temas más polémicos en la actualidad,
que enfrenta a políticos y ciudadanos a favor y en
contra de medidas más duras para evitar el aumento de la
inmigración.
A todo esto se suma la inusual ocurrencia de hechos de
violencia con armas y tiroteos masivos en EEUU, que han
llevado al presidente Joe Biden a renovar este domingo
su llamado al Congreso para que apruebe proyectos de ley
de control de armas.
La xenofobia es algo que también preocupa a la
administración Biden, quien ha insistido en varias
ocasiones que "EEUU es un país de inmigrantes". El
gobierno ha impulsado varias medidas para impulsar la
migración regular al tiempo que trata de dar una
solución a la crisis en la frontera sur.
"La gente viene a Estados Unidos por muchas razones.
Para buscar nuevas oportunidades en la economía más
fuerte que existe en el mundo. No se les puede culpar
que querer hacerlo" dijo el mandatario en enero, cuyos
ancestros emigraron desde Irlanda.
En septiembre de 2021, medios entrevistaron a miembros
de raíces hispanas en el gabinete de Biden, entre ellos
el secretario del Departamento de Seguridad Nacional,
Alejandro Mayorkas.
Mayorkas, de origen cubano, dijo en ese momento que un
punto positivo de la administración es que ha trabajado
para imponer su visión en materia de inmigración, así
como para "borrar" la xenofobia, el sentimiento y las
acciones contra los inmigrantes que se impusieron en el
gobierno anterior, en alusión a la gestión del
expresidente Donald Trump (2017-2021).
Sin embargo, la preocupación por la seguridad está muy
presente entre migrantes como Analís, que prefirió ser
identificada con un alias. La joven venezolana reconoció
a la VOA que le dio mucho temor saber que las víctimas
de Brownsville "estaban sentadas en la acera, como
nosotros". En las afueras del Sagrado Corazón los
migrantes se acomodan como pueden, muy cerca de la
calle.
Agregó que su familia en Venezuela se comunicó con ella
angustiada por su situación en EEUU.
Otro venezolano, Marcos Márquez, se encogió de hombros
ante la pregunta de por qué cree que suceden estos
incidentes. "Debe ser porque sienten miedo a que les
hagamos daño, pero nosotros no venimos a hacerle daño a
nadie, si no a trabajar, a cumplir unas metas, para
ayudar a la familia que está en Venezuela".
"Cuando yo estaba aquí buscando trabajo, había muchos
americanos que llegaban con pancartas con Don't hire
scumbags [no contraten escoria], palabras feas,
deshonestas y siempre ha sido así, pero la gente lo que
quiere es trabajar, salir adelante", insistió por su
parte el salvadoreño José.
Huyendo de realidades invivibles
Para muchos de los migrantes entrevistados, estos
sucesos demuestran un aumento del sentimiento
antiinmigrante.
"Sí, tengo miedo, porque lamentablemente uno viene para
acá a tratar de salir adelante y ver esas cosas así es
doloroso. Todos venimos por un mejor futuro, para apoyar
a este país y entonces ve uno esa cosas, esos
accidentes, y se le pone a uno el alma como de a nada.
Es triste, no han sido uno, sino varios incidentes",
indicó a la VOA el venezolano Leonardo Fereira.
Después de cientos de kilómetros, sin apenas posesiones,
cansados y con ropas raídas, los migrantes entienden que
pueden generar desconfianza, pero solo quieren hacer
entender a quienes viven en EEUU que quienes hacen mal
no son la gran mayoría.
"No vengo a quedarme definitivamente, porque si mi país
llega a recuperarse, yo me devuelvo, o sea, porque ese
es nuestro país, pero hoy lamentablemente Venezuela está
invivible, y aquí vinimos a ver si podemos sacar a
nuestros hijos adelante, porque allá se hace muy
difícil", lamentó Fereira.
Muchos, como el salvadoreño José, quisieran que
"existiera algún programa que proteja a los inmigrantes,
donde la gente pueda ir a quejarse, de maltrato en los
trabajos, de abusos salariales, y que EEUU, Canadá y
otros países puedan abrirle la gente a la puerta que
necesitan salir de sus países".
Sin embargo, todos no han tenido la misma experiencia.
El colombiano Carlos Mario asegura a la VOA que en
"México tratan peor" y que la experiencia en Texas hasta
ahora ha sido buena.
"En EEUU hasta ahora nos han tratado bien, la gente es
muy buena gente, mucha acogida con el migrante, más
adelante no sabemos que es lo que pasará", reconoció.
[Con información de Reuters]
Publicación original
de: voanoticias.com
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