La informalidad
laboral en mujeres, con índices más altos que los
hombres
Por Katiuska Serrano y Melisa Murialdo
Lograr tener un trabajo estable y solvente, en donde se
puedan recibir todos los beneficios de la ley, es una
realidad con la que no cuenta todo el mundo. En México,
de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación
y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), en el país existen 31.8 millones de
personas trabajando en la informalidad.
Esta cifra, actualizada en diciembre del año pasado,
corresponde al 55.9% del total de los empleos. Si bien
se debe destacar que este número representó una
reducción anual de 1,6%, la situación no deja de ser
preocupante, pues son muchos los trabajadores que no
tienen la posibilidad de tener acceso a:
seguridad social prestaciones de ley incluso créditos o
préstamos para la vivienda entre otros derechos
A partir del 1 de enero de este año, entró en vigor el
decreto de reforma a la Ley Federal del Trabajo, en la
cual se amplían los días de vacaciones de 6 a 12, luego
del primer año de trabajo, así como el aumento de dos
días por cada año adicional.
Sin embargo, los trabajadores del sector informal no
pueden gozar de esta medida, ya que la norma establece
que solo será aplicable a los contratos individuales o
colectivos, situación con la que no cuentan los
individuos que carecen de un trabajo formal. En estos
casos, normalmente, se deben llegar a acuerdos con sus
respectivos patrones.
El desempleo disminuye, la informalidad continúa
Para el INEGI, se considera a la población ocupada en la
informalidad:
“a quienes son laboralmente vulnerables por la
naturaleza de la unidad económica para la que trabajan,
así como a las personas cuyo vínculo o dependencia
laboral no reconoce su fuente de trabajo”.
En este sentido, también destacan a quienes laboran en
micronegocios no registrados y otras modalidades
análogas, como los ocupados por cuenta propia en la
agricultura de subsistencia y quienes trabajan sin
seguridad social y cuyos servicios los utilizan las
unidades económicas registradas.
En el país, según el ente, la tasa de informalidad en
las mujeres sigue registrando porcentajes más altos que
en los hombres, siendo de 56% y 54.1%, respectivamente.
Respecto a la tasa de desempleo, la encuesta del INEGI
mostró una disminución del 3,5% respecto a diciembre de
2021 y se posicionó en 2,8% – 1,6 millones de personas –
de la población económicamente activa (PEA), la cual al
cierre de 2002 fue de 59,6 millones de personas.
Informalidad laboral por género.
Sólo 4 de cada 10 mexicanos laboran en el sector formal
En base a las cifras de la Población Económicamente
Activa, 57,9 millones de individuos estuvieron ocupados
durante diciembre, es decir, que se sumaron 1 millón más
que en el mismo periodo del año anterior. En tanto, las
personas subocupadas – aquellas que declararon tener
necesidad y disponibilidad para trabajar más horas –
fueron 4,2 millones, un 7,3 % de la población ocupada.
Por su parte, 25,3 millones de trabajadores (43,7%)
están ocupados en el sector formal. En detalle:
11 millones realizan actividades en la industria del
comercio;
9,5 millones en las manufacturas,
6,7 millones en labores agropecuarias y
4,6 millones en construcción.
mientras que, en las áreas de minería, electricidad,
agua y suministro de gas, estuvieron ocupadas el 0,7 %
de la población, o sea, 409 mil personas
Efectos en la economía y estimaciones internacionales
En el 2021, el Banco de México realizó un estudio en el
que determinó el impacto de la formalidad sobre el PIB
per cápita en las diferentes regiones de México. En este
contexto, afirmó que, si no existiera informalidad
laboral, el PIB per cápita sería 19.6% más alto en la
región norte del país; 28.4%, en el centro norte; 27.2%
en el centro y 31.5% en el sur,
No obstante, las últimas cifras de empleo, a su vez, han
ido mejorando de a poco la economía en la nación, debido
que el Producto Interno Bruto creció de julio a
septiembre un 0.9 % trimestral y un 4.3 % interanual,
acumulando un alza de 2.9% en los primeros tres
trimestres de 2022.
Además, la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) estima que el crecimiento económico
para México este 2023 aumentará de 1.5% a 1.6% y para el
2024 estaría por encima del 2%. Aunque, para que esto
sea así, indican que es fundamental implementar medidas
dirigidas a:
que haya más participación de las mujeres en el mercado
laboral, que se pueda reducir la informalidad y a que se
mejore la calidad de la educación
En el caso de las expectativas de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal), el panorama es
otro, pues prevé un crecimiento de 1.1% en el 2023, lo
que implicaría una contundente desaceleración para el
país. Por ello, el organismo insiste en que se trabaje
temas como
la desigualdad, el rezago educativo y la falta de
inversiones cepal
La Organización Internacional del Trabajo (OIT),
entretanto, anunció que el empleo en Latinoamérica
crecerá solo 0,9 % en 2023, lo que representaría 2,9
millones nuevos puestos de trabajo.
A su vez, para este año, también prevé un ligero aumento
del desempleo a escala mundial de 3 millones de personas
aproximadamente, de esta manera, se alcanzaría los 208
millones de ciudadanos sin trabajo.
Finalmente, sobre la informalidad, la OIT la sitúa en
53,7 %, un alza que según el ente es parte de las
consecuencias de la pandemia.
Ante esta realidad, si hay algo en que coinciden los
organismos internacionales, es en el daño que hace la
informalidad no solo a los trabajadores que deben
renunciar a recibir derechos laborales, sino también a
los propios países, que deben afrontar tener un ingreso
per cápita más bajo o una mayor pobreza y desigualdad.
Por esto, y mucho más, es importante llevar a cabo
políticas que busquen acabar con esta problemática y
generen mayor estabilidad económica tanto a la
población, como a la nación.
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