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Publicado por
VilaWeb
Hace unas semanas, el
comentario sobre la Encuesta de Población Activa (EPA)
del primer trimestre (27 de abril) lo titulé: "Crece el
número de personas con necesidad de trabajar". Y decía:
“La EPA del primer trimestre en Cataluña muestra un
aumento importante de la población activa en el mercado
laboral, que no puede absorberla. La consecuencia es un
incremento mínimo en el número de ocupados y una mayor
cifra en el volumen de desempleados.” No dije ninguna
mentira, pero sí una media verdad. Posteriormente, el
Observatorio de Trabajo de la Generalitat ha hecho
público el Boletín de Población extranjera, en el que se
analiza la evolución con información adicional de la EPA.
Pues he aquí la verdad descabezada que publiqué. Resulta
que quienes buscan trabajo son todos extranjeros, porque
quienes han pasado a ser activos (dispuestos a trabajar)
han sido 50. 000 extranjeros, mientras que se han
borrado de ser activos unos 28.000 nacionales (siempre
en términos de diferencia de saldos, por supuesto). Esto
hace que la población activa total haya aumentado en
términos netos en 22.000 personas.
Me parece un dato digno de mención, en el seno de una
población autóctona envejecida como lo es la catalana.
La cosa quizás se ve más clara si miramos más atrás. En
un año, en el mercado laboral catalán hay, en total,
otros 77.000 activos, de los cuales, 62.000 son
extranjeros y 15.000 nacionales. La cifra anual nos dice
que los extranjeros han acelerado su salto a la
actividad, y más en el primer trimestre de este año,
probablemente, por los trastornos que les causa la
fuerte subida de precios, ya que una parte mayoritaria
de ellos forma uno de los colectivos más afectados.
El caso es que de los 50.000 extranjeros que se han
incorporado al mercado este trimestre (seis de cada diez
de todo el estado español), 35.000 han encontrado
trabajo y 15.000 han ido al paro. Mientras, 33.000
nacionales han perdido (o dejado) su trabajo este
trimestre, y la gran mayoría no ha ido a engordar las
cifras del desempleo (solo 5.000), sino que ha pasado a
las listas de los inactivos.
Todo esto significa un cierto descalabro en las
estadísticas. En cuanto a la tasa de actividad de 16
años a 64, el aumento remarcable de población activa
extranjera ha supuesto un ascenso de 3,1 puntos
intertrimestrales –una puntuación muy elevada– en la
tasa de participación del colectivo, hasta el 77 ,4%,
mientras que la nacional perdió 0,9 puntos, hasta el
77,5%. Prácticamente, pues, se igualan las tasas de
ambos grupos, lo que no sucedía desde el primer
trimestre de 2017.
En cuanto a la tasa de desempleo de los de 16 y más
años, crece tanto en los extranjeros (+0,9 puntos) como
en los nacionales (+0,2 puntos), mientras que, eso sí,
la tasa extranjera duplica la nacional ( 17,8% frente al
8,7%). De hecho, la tasa foránea de desempleo siempre ha
sido mucho más alta que entre los nacionales, dado que
cuando la coyuntura apunta hacia abajo son los primeros
en perder el trabajo. En el pico de la pandemia, en el
tercer trimestre de 2020, por ejemplo, la de los
extranjeros alcanzó el 24% y la de los nacionales, al
10,6%.
Interanualmente, la ocupación extranjera sigue creciendo
a un ritmo elevado y sube un 7,9%, mientras que la
nacional se incrementa un moderado 0,7%. La afiliación a
la Seguridad Social muestra una evolución similar, dado
que las afiliaciones del colectivo crecen en marzo un
10% interanual, un ritmo muy superior al total (+3%).
Los incrementos más voluminosos de afiliación este año
corresponden a la hostelería (11.722 más), la
construcción (6.572 más) y el comercio (6.464 más).
El destino de estos incrementos no corresponde con las
cifras de los principales sectores, donde tienen una
mayor participación en el empleo. Según la Seguridad
Social, en marzo de 2023, los sectores de actividad con
mayor presencia de afiliaciones extranjeras son la
agricultura (sistema especial), con el 51,9% del total,
los trabajos del hogar (sistema especial), con el 51,8
por ciento, las actividades de organizaciones y
organismos extraterritoriales, con el 38,6 por ciento, y
la hostelería, con el 31,1 por ciento.
Es interesante ver qué ha pasado de antes de la
pandemia. Tomando como punto de referencia la EPA del
cuarto trimestre de 2019, resulta que la diferencia en
la actividad es muy pequeña, dado que ahora hay otras
44.000 personas activas en el mercado catalán (un 1,1%).
Ahora bien, puede sorprender que esta cifra sea el
resultado de sumar 80.000 extranjeros y restar 36.000
nacionales, siempre en términos de saldos, está claro.
La ocupación total, como ya sabemos, ha superado la de
antes de la pandemia, algo que todavía no ha ocurrido
con el PIB. Sin embargo, el incremento total de ocupados
ha sido de 43.000 personas, de las cuales, 62.000 son
extranjeras y 21.000 menos, nacionales. La diferencia es
bastante significativa. Cabe decir que, en estas dos
fechas, las tasas de desempleo de ambos colectivos no
han variado significativamente. En síntesis,
Algo que queda fuera de todo tipo de duda es el imán que
representa a Catalunya para los extranjeros. En
ocasiones, hablamos de las preferencias de los
trabajadores de élite, que son una clara minoría, pero
para el resto ocurre igual. Basta con ver cómo se
distribuyen las cifras de habitantes en España. Según el
INE, en 2022, de los 47,4 millones de personas que
vivían en el estado, 5,5 millones eran extranjeras, lo
que representa un 11,6% del total. En el caso de
Catalunya, de los 7,75 millones de habitantes a la misma
fecha, según el Idescat, 1,27 millones eran extranjeros,
es decir, un 16,4%. Un pequeño cálculo para compararlo
con el resto del estado, es decir, restando las cifras
de Cataluña, queda en una participación del 10,8%. Esto
significa que la proporción en nuestro país es casi seis
puntos porcentuales más elevada. Una diferencia muy
importante.
Visto del punto de vista de los extranjeros, resulta que
en Cataluña vive casi la cuarta parte (el 23%) del total
que vive en España. Con una particularidad. Aquí, los
inactivos sólo representan el 14% del total, y los niños
y las personas mayores en edad laboral (hasta los
sesenta y cuatro años) son el 24%, por tanto, tenemos
una cifra mucho más alta de mano de obra foránea ,
actual y futura. Con estas cifras globales, no deberían
significar ningún tipo de sorpresa, las laborales… |
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