El 19 de abril comienza el
histórico Juicio por la Verdad sobre la masacre de Napalpí,
perpetrada en la provincia de Chaco en 1924. Por Agencia
Presentes.
CHACO, Argentina. El 19 de abril comenzará el histórico Juicio
por la Verdad sobre la masacre de Napalpí, en la provincia de
Chaco, donde 423 personas fueron asesinadas -la gran mayoría de
pueblos originarios- a manos de un grupo de policías y civiles
en 1924. Será el primer proceso penal por averiguación de la
verdad por crímenes de lesa humanidad del Estado argentino
contra población indígena. Como no existen imputados con vida,
se espera que la sentencia reconstruya lo acontecido y sirva de
reparación.
La jueza Zunilda Niremperger, a cargo del Juzgado Federal N°1 de
Resistencia, ordenó la realización del juicio por la verdad
sobre la masacre de Napalpí. Así lo había requerido la Unidad
Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia. La integran los
fiscales generales Federico Carniel y Carlos Amad, el fiscal
federal Patricio Sabadini y el fiscal ad hoc Diego Vigay.
“La búsqueda efectiva de la verdad resulta relevante no sólo en
términos de memoria colectiva sino que puede operar
favorablemente en el terreno de la reparación histórica y
simbólica hacia las comunidades que habrían sido damnificadas
directamente con tales hechos”, expuso la jueza en la
resolución.
Qué pasó en la comunidad Napalpí
La masacre fue el 19 de julio de 1924 en la comunidad Napalpí.
Ese día un grupo de 130 policías junto a civiles asesinaron a
alrededor de 423 personas, el 90 por ciento de las naciones
indígenas Qom y Moqoit. Así lo cuentan documentos y testimonios
recabados en la investigación preliminar desarrollada por la
Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia, que lleva
adelante la causa.
Los responsables políticos
La masacre se perpetró a partir de la orden del entonces
gobernador del territorio nacional de Chaco, Fernando Centeno.
Centeno respondía al gobierno del presidente Marcelo Torcuato de
Alvear, de la Unión Cívica Radical. Con ella buscaba acallar el
reclamo de indígenas y criolles que exigían una retribución
justa por la cosecha de algodón. O por salir a trabajar del
territorio chaqueño hacia los ingenios de Salta y Jujuy, donde
se ofrecía una mejor paga.
Derecho a la verdad para todes
“La expectativa es que la comunidad y la sociedad puedan seguir
la instancia de la reconstrucción de la verdad de lo que pasó en
Napalpí. También que el juicio tenga las mismas características
que uno de lesa humanidad de la última dictadura, porque es un
crimen de la misma importancia. Así permitiría que la comunidad
pueda tener acceso al derecho a la verdad, como lo tienen las
víctimas del terrorismo de Estado de la última dictadura.
Además, que tenga algún sentido de reparación y que el Estado
asuma su responsabilidad”, dijo a Presentes el fiscal federal de
la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía de Resistencia,
Diego Vigay.
La primera audiencia iniciará a las 8 de la mañana del 19 de
abril, Día del Aborigen Americano, en la Casa de las Culturas de
Resistencia, en la provincia de Chaco. Allí se presentarán los
alegatos de apertura. También se reproducirán registros
audiovisuales de entrevistas a les sobrevivientes Pedro
Balquinta y Rosa Grilo, además del testimonio del historiador
Qom, Juan Chico, fallecido en junio de 2021 por Covid-19.
Pedro y Rosa forman parte de les 38 niñes que lograron escapar
de la matanza. Sin embargo, alrededor de la mitad de elles
fueron entregades como sirvientes en las localidades de
Quitilipi y Machagai, y el resto murió en el camino.
A los 114 años Rosa es la única sobreviviente
Rosa Grilo es la única sobreviviente viva. El 5 de febrero
pasado cumplió 114 años y lo festejó en una jornada de mucho
calor que inició el sábado 26 de ese mes y se extendió durante
dos días más. Desde distintas partes del país, unas quinientas
personas, entre familiares, vecines y allegades, se acercaron a
verla a su casa, ubicada en Machagai (“Tierra Baja”, en Qom),
una ciudad de la provincia de Chaco.
Rosa se levanta a las 6 de la mañana y toma mate amargo. “Le
hacemos arroz con leche y a las 12 en punto tiene que estar la
comida. Come muy sano”, contó su nieto, Herminio Gómez, a
Presentes. “Se enoja también. Se acuerda del principio de su
vida. Nos quedamos escuchándola. Ella nos enseña”, agregó.
Herminio contó, además, que Rosa “está bien de salud”, pero que
no la ve un médico hace unos 6 o 7 meses, porque “no tiene
movilidad para trasladarse hasta el pueblo”. También reclamó que
en su comunidad “falta agua” y que piden por “electrificación
rural”.
“Nunca se habló de lo que pasó”
En el momento de la masacre Rosa era una niña, “pero no tan
chica, por eso recuerdo”, dijo en una entrevista que le realizó
la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de
Resistencia el 27 de noviembre del 2018 para recabar su
testimonio. Y subrayó: “Nunca se habló de lo que pasó, recién
ahora se habla».
“Es muy triste para mí porque mataron a mi papá y casi no me
quiero acordar, porque me hace doler el corazón. Un avión de
arriba tiraba bolsas y caían al piso y ahí los mataban. Mi
abuelo y mi mamá gritaban disparemos, disparemos. No sé por qué
mataron a muchos niños y grandes, fue mucho el sufrimiento»,
contó la sobreviviente.
También dijo que las comunidades disparaban desde el monte
“porque queríamos sobrevivir”. “No quiero ver que se repita.
Duelen estas cosas. Cómo uno no va sentir la familia”, concluyó.
“Hay una cuestión de memoria traumática que tiene que ver con
que los cuatro sobrevivientes eran niños cuando ocurrió la
masacre y hablaron recién teniendo 80, 90 años. Pasaron muchas
décadas por el terror, por el miedo. Muchas de las víctimas del
pueblo Qom perdieron la lengua en buena parte de la población
por el terror que le significaba. Era riesgoso saber el idioma”,
explicó sobre estos testimonios el fiscal ad hoc que lleva la
causa.
Cómo se llegó al juicio después de tantos años
Desde la Unidad Fiscal a cargo tomaron conocimiento de la
masacre a partir de un reclamo de justicia de la comunidad de
Colonia Aborigen. “Hablaban de un crimen que tenía todas las
características de un crimen de lesa humanidad”, subrayó Vigay.
Así, desde el 2014 se inició una búsqueda de registros y
testimonios que constituyeron la investigación preliminar que
hoy sirve de prueba de la masacre.
“La comunidad de Colonia Aborigen junto con la Fundación Napalpí
venían haciendo todo un trabajo de reconstrucción de la memoria
histórica. Nos apoyamos en eso. Existían múltiples
investigaciones sobre la masacre y fuimos incorporando a la
investigación varios libros, investigaciones históricas y
científicas de antropólogos, sociólogos, historiadores”, detalló
el fiscal.
Además le tomaron testimonio tanto a investigadores, como a les
hijes y nietes de les sobrevivientes. También pidieron
colaboración a distintos organismos públicos, provinciales y
nacionales, como el Archivo General de la Nación, el Archivo
Histórico del Chaco y la Cámara de Diputades “porque hay
sesiones de la época donde diputados socialistas denunciaron la
masacre”, indicó.
Audiencias públicas y con prioridad a personas indígenas
A lo largo de las audiencias del juicio declararán alrededor de
50 testigues, la mitad de elles indígenas. “El relato oral es
fundamental en la cultura indígena y estos hijos y nietos que
declaran prácticamente lo hacen en primera persona contando el
relato de su madre, su abuela, su abuelo”, comentó el fiscal. La
sentencia será traducida a las lenguas Qom y Moqoit.
Las audiencias, en tanto, serán presenciales, públicas, con
prioridad de acceso para personas indígenas, y se trasmitirán
también a través de redes sociales. Así lo propuso la Secretaría
de Derechos Humanos de Chaco, querellante en el juicio. Las
primeras cuatro y la última se desarrollarán en la Casa de las
Culturas, en Chaco, mientras dos de ellas (10 y 11 de mayo)
serán en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en la
ciudad de Buenos Aires.
Cronograma de testigues
El 26 de abril se reproducirán entrevistas a las sobrevivientes
Melitona Enrique y Rosa Chara, mientras darán testimonio Ramona
Pinay, David García, Analía Noriega y les investigadores Mariana
Giordano, Graciela Bergallo y Neri Tete Romero.
A su vez, el 27 de abril, se mostrará el testimonio filmado de
Felipa Laleqori y declararán les investigadores Pedro Solans,
Teresa Artieda, Laura Rosso, Gabriela Barrios, Alejandro
Jasinski, Rubén Guillón y Luciano Sánchez.
Por su parte, el 3 de mayo declararán les descendientes de
sobrevivientes de la Masacre: Matilde y Salustiano Romualdo,
Sabino Irigoyen, Cristina Gómez, Lucia Pereira, Cristian
Enríquez y Guillermo Ortega y los investigadores indígenas Qom y
Moqoit: Raúl Fernández, Raquel Esquivel, Gustavo Gómez, Viviana
Notagay, Juan Carlos Martínez y Florencio Ruiz.
El 10 de mayo declararán en el Haroldo Conti les investigadores
Marcelo Musante, Nicolás Iñigo Carrera, Jorge Ubertalli, Lena
Davila, Alejandro Covello, Alejandra Aragón y Eva Nazar Gaulo.
El 11 de mayo, en el mismo lugar, presentarán testimonio Silvina
Turner, Valeria Mapelman, Carlos Salamanca, Héctor Trinchero,
Mariano Nagy, Diana Lenton y Eugenio Zaffaroni.
Por último, el 19 de mayo se realizarán los alegatos de la
fiscalía y las querellas en la Casa de las Culturas de
Resistencia Chaco.
Las comunidades Qom y Moqoit, además de la fiscalía, esperan que
este juicio traiga una reparación.
“La reconstrucción de la verdad es un derecho”
“Lo que hace es la reconstrucción de la verdad, que es un
derecho de las víctimas. Se dictarían medidas reparatorias, como
por ejemplo que la sentencia sea incorporada a la currícula de
estudios del Chaco. También que la sede de la administración de
la reducción Napalpí sea convertida en un museo por la memoria;
que los restos encontrados por el Equipo Argentino de
Antropología Forense sean restituidos a la comunidad y
enterrados en el memorial de Napalpí; que se proponga a la
comunidad que hoy se llama Colonia Aborigen que le pongan el
nombre que quisieran”, concluyó Vigay. |